Esta semana, la Web se ha estado enamorando de Llama de la fuente . Facturado como el 'yeso' para los tipos de letra, es un pequeño y adictivo sitio que le pide que juzgue las parejas de fuentes.
Puede amar u odiar las combinaciones que se presentan al azar, todas extraídas de la biblioteca de fuentes gratuitas de Google. Si adoras una combinación, se guardará para ti en Mi tipo.
Adecuadamente tan superficial como escoger un compañero de vida de una selfie, es cuestionable cuán útiles son en realidad las parejas. Cuando navegas por combinaciones, la respuesta típica parece ser: odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... amor ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ... odio ...
Desarrollado por Jan Wennesland, Font Flame todavía está en desarrollo y, con los comentarios de la comunidad de diseñadores, Wennesland espera que sea la herramienta definitiva para el emparejamiento de fuentes.
Una de las primeras revisiones fue la introducción de sugerencias curadas por Typewolf Es Jeremiah Shoaf. Si bien las sugerencias son buenas, elude el propósito de la aplicación. Sería genial ver una sección de 'Lo más querido', que combina la curaduría y la selección al azar.
Actualmente, el mayor obstáculo para que la aplicación sea útil es que se le pida que compare un título y un subtítulo; sería mucho más útil comparar una fuente de visualización con una fuente de texto, preferiblemente con opciones de idioma. También sería bueno poder 'fijar' una de las opciones aleatorias y seguir tirando los dados hasta que encuentres un compañero adecuado para ello. Con suerte, esas son cosas que se abordarán en una versión futura.
Al igual que con las relaciones, la compatibilidad es una fórmula compleja, que depende de características contrastantes y complementarias. Font Flame tiende a producir solo algunas combinaciones utilizables. Pero es una excelente forma de mostrarle a los que no son tifófilos cuánto trabajo entra en el emparejamiento de tipos. Y si nada más, es una forma divertida de pasar 30 minutos.